Por una extraña razón, a los seres humanos nos fascinan los monstruos. No podía ser la excepción los tatuajes de tales personajes. Quizá es porque en la fantasía de su existencia, podemos jugar con asustar a otros, perseguirles y lucir aterradores, en tanto no les hacemos daño real.
Además, curiosamente detrás de cada monstruo usualmente hay una historia de incomprensión, prejuicio y/o mal entendimiento, que nos deja como moraleja que las sociedades somo los verdaderos villanos de las historias.
Desde la experiencia de nuestro artista en Oot Boon, Pattoo, estos personajes le han permitido jugar con diversas exigencias técnicas y a la vez tener un buen rato de diversión artística. Por ejemplo, fue muy interesante adaptar este diseño de calaveras rockabillies realizadas en el periodo 2015-2017, a una serie de acciones que tomaron fuerza en las redes sociales en aquellos años: no veo, no hablo no escucho.
Jugar con los tonos verdes y amarillos para dar un aspecto "zombie" fue súmamente divertido, en tanto era importante mantener el aspecto de ese peinado muy firme. Esta pieza rodeaba a manera de brazalete el brazo de nuestro cliente.

Otro monstruo en tonalidades frías (verdes y azules) que tocó trabajar fue un chango que encarna al monstruo de la novela Frankestein, inconfundible por sus tornillos en el cuello.
Por cierto, alguna vez pato intentó portar aplicaciones microdermales en el cuello para simular estos decorativos tornillos, pero... se le botó un tornillo (sólo uno?) y se los debió retirar.
Fue entonces este tatuaje, con diseño algo "nueva escuela" en el cual pato pudo aplicar el contraste, ya que además de usar escalas en diversos tonos de verde y amarillo, colocó una lengua morada con rosa para equilibrar el diseño. La expresión de este monstruo es muy particular, ya que transmite fuerza y ternura al mismo tiempo.
Respecto a la novela en que aparece el personaje al que hacen referencia los tornillos ¿sabías que fue escrito por una mujer a principios del siglo XIX? Pero además que ella, Mary Shelley, desafiando un medio social en que no se consideraba con muchas posibilidades de ser autoras a las mujeres. Pero además fue hija de Mary Wollstonecraft, autora de la obra "vindicación de los derechos de las mujeres" . Sin duda esta propia historia es por demás interesante.

En fin, nuestro cliente se llevó este chango-monstruo de frankestein en su brazo, con un diseño muy cool.
Finalmente, otro personaje clásico en el México moderno son las denominadas catrinas. Algunas veces estilizadas en mujeres cuya piel porta maquillaje que incluye brillos y largas pestañas.
Pero, su origen aparece en los grabados de José Posada, grabador Mexicano de inicios del siglo XX, en su obra "calavera garbancera" que hacía una crítica a la clase alta de la época. Por cierto que ese diseño no tiene piel, sino justo muestra la osamenta.
Así tenemos dos diseños que pueden estar relacionados con estas figuras. Por una parte una catrina estilizada y elaborada en tonos azules, negros y rojos. Cuyo goce visual de nuestro artista, resultó al ver el juego de luces entre el full-black de la nariz y los destellos blancos que le dan ese brillo elegante a la pieza. Mismo caso de los labios que logran su volumen con el juego de los tonos de rojo y el blanco.

Finalmente, un personaje inconfundible vuelto calaca. Así como nos gusta personalizar nuestras imágenes en estas épocas cercanas el 02 de noviembre, día de muertos en México.

La muy famosa en los últimos años, Frida Kahlo, que aunque puede ser que a muchos no les guste su obra, sin duda marcó una pauta en visibilizar, quizá sin afán de hacerlo para la colectividad, los temas de la vida ginecológica de las mujeres. La pérdida de productos (fetos) deseados y el dolor físico y emocional derivado de ello.
Esta calaca se escenifica en Frida, a través de su ceja poblada, y sin duda, cualquiera que vea este tatuaje que porta nuestra amiga y clienta Minerva, adivinará rápidamente de quién se trata.
Luz ootboon
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